Lo que nadie te cuenta de la navidad

El estrés, así como comer y beber de más, pasa factura al descanso nocturno. Pero no solo eso, trasnochar o abandonar las rutinas a la hora de acostarse pueden suponer un problema para conciliar el sueño. Para dormir bien cada día, sobre todo durante las fechas navideñas, es imprescindible conocer qué puede perjudicar el descanso nocturno para ponerle remedio.
Una comida abundante, rica en grasas y calorías, puede perjudicar la digestión y alterar el descanso nocturno. Es importante restringir los banquetes e intentar compensar con comidas ligeras y livianas, integrando además frutas y verduras e infusiones que ayudan a la digestión.
De igual manera sucede con el alcohol. Beberlo en exceso perjudica el descanso, tanto en calidad del sueño como en cantidad de horas. Es verdad que a algunas personas beber mucho alcohol les causa somnolencia, pero también puede provocar despertarse durante la noche y debilidad al día siguiente. Otras bebidas estimulantes como el café, el té o el chocolate, tampoco ayudan a conciliar el sueño.
El secreto para dormir bien es
Adoptar y mantener buenos hábitos de sueño. Las recomendaciones de estos especialistas en sueño:
Mantener un horario regular para acostarse y levantarse.
Si algún día se trasnocha, no hay que levantarse demasiado tarde en la jornada siguiente para no alterar el ciclo sueño-vigilia acostumbrado.

Mantener unos buenos hábitos de alimentación y seguir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras.
No acostarse con hambre ni hacer una cena copiosa. Evitar las bebidas estimulantes como el café, el té, el cacao, las bebidas de cola y el chocolate. Disminuir la ingesta de grandes cantidades de líquido por la noche para no tener que levantarse al baño, es fundamental.

Practicar ejercicio físico durante el día,
De tres a seis horas antes de acostarse. El ejercicio activa el organismo, por lo que practicarlo por la noche sería contraproducente para conciliar el sueño. La actividad física libera tensiones y ayuda a un sueño reparador, siempre que se haga durante el día. Las prácticas de relajación, como el yoga o la meditación, también son beneficiosas.