Cuando hablamos de cambio climático y sus causas, automáticamente pensamos en las emisiones de CO2 y cómo estas contribuyen al malestar del planeta. Pero, ¿Qué hay de todas las demás causantes del cambio climático que son igual de negativas y problemáticas?. Hablemos de la degradación del suelo causada por su deforestación y mal uso, que contribuye a la pérdida de ecosistemas completos.
Cada vez que se realizan actividades de tala para dejar terrenos de cultivo y cultivos de rotación, el suelo se erosiona, facilitando los incendios forestales y la erosión hídrica causada por el aire que cada año arrastran al océano millones de toneladas de tierra cultivable. Esto va dejando a su paso un suelo infértil e incapaz de sostener ecosistemas y mantener la calidad del aire y el agua, causando un desbalance en el ecosistema, peligro y pérdida de especies completas, y a la larga, incremento en el cambio climático, lo que representa un peligro para todas las especies, incluyendo la humana.
Entonces, ¿nosotros somos los culpables de que el suelo se degrade?
Sin intentar maquillar el problema: Un rotundo sí. Pues aunque aún sin actividad humana existen fenómenos que degradan el suelo como los incendios forestales, son casi en su totalidad las actividades del hombre las responsables de la degradación del suelo.
El Bambú puede frenar la degradación del suelo
Pensando en que la degradación del suelo no sólo afecta a los ecosistemas sino también a las poblaciones que los habitan, debemos pensar en cómo restaurar el ecosistema, al mismo tiempo que se recupera la productividad de manera sustentable. Aquí es donde entra el bellísimo Bambú.
Su rápido crecimiento evita la erosión del suelo, ya que existen subespecies que llegan a crecer de 30 a 100 cm al día ¡o sea, un metro completo!, y su capacidad de almacenar agua permite retenerla en invierno y liberarla en verano, regulando así las necesidades del suelo.
El complejo sistema de raíces fibrosas de los bambús conectado por rizomas, literalmente retienen el suelo, evitando así que éste sea arrastrado por grandes corrientes de agua, osea, evita la erosión. Además, los bambúes tienen una alta capacidad de absorber el carbono gracias a su rápido crecimiento, y mientras más enriquecido esté su ambiente con CO2, la productividad de su biomasa aumenta.
Por si fuera poco, dado el tamaño de la planta del bambú y su crecimiento casi en su totalidad vertical, el espacio de cosecha puede reducirse, otorgando la posibilidad de generar una mayor cantidad de este árbol en un mismo espacio. Así mismo, se ha comprobado que mejora las condiciones microclimáticas, pues regulan la humedad y temperatura, propiciando la reintegración de algunas especies a sus ecosistemas.
Si ya sabíamos que China ha avanzado en su problema de la deforestación gracias al Bambú, otras zonas como África Oriental ya han llevado a cabo prácticas de reforestación con este maravilloso árbol que promete almacenar 300,000 toneladas de dióxido de carbono en 5 años; ¡ésto en un espacio de sólo 900 hectáreas!
El bambú y sus mil y un usos
¿Mencionamos que entre los beneficios del bambú tiene más de 1,048 usos registrados en el mundo? Entre ellos destacan el uso para material de construcción, papel, alimento y por supuesto fibras para elaborar materiales como ropa o artículos para el hogar. Por ello, no es de extrañarse que cientos de marcas y empresas estén super conscientes de lo que representa utilizar este material y podamos encontrarlo en distintos artículos; desde volantes de automóviles, hasta gafas de sol, té de bambú o cerveza.
En Smart Bamboo nos dimos cuenta de la grandeza y versatilidad del bambú y quisimos aprovecharla al máximo, ofreciéndote el material no sólo más sustentable y ecológico que podría haber para tu descanso, si no también el mejor y más cómodo, pues el bambú tiene el poder de crear productos super suavecitos al tacto, hipoalergénicos y transpirables, lo que significa que en épocas de calor nuestros productos te mantendrán siempre fresco. Por ello las telas de bambú son una excelente opción
El futuro es verde
La preocupación por recuperar el suelo dañado y hacer posible esta reparación crecen a medida que crece la consciencia por reducir nuestra huella ecológica y con ello cuidar el planeta. ¿Lo mejor? No es una concientización aislada.
Cada vez más, y a partir de la aceleración de la crisis climática y las regulaciones medioambientales, empresas y consumidores se dan cuenta de la importancia de consumir diferente, consumir de una manera sustentable que permita reducir el daño causado a los ecosistemas y en la medida posible, repararlos. Cambios en la tecnología de producción y su reducción de costos, así como las economías emergentes, son otros agentes que aceleran el cambio para formas de consumo más verdes.
El cambio para que el futuro de las industrias sea verde no viene de un sólo lado ni es lineal, es el resultado de una consciencia colectiva y un deseo por mejorar nuestra vida y a nuestro planeta. En Smart Bamboo estamos listos para sumarnos al cambio. ¿Tú ya eres parte de él?