La primavera está por llegar, esa estación llena de flores y días soleados; en donde la temperatura sube y los días son más largos, sin embargo, todo esto no siempre es favorable, sobre todo para nuestro descanso.
El incremento de temperatura y luz natural que experimentamos en esta temporada, es responsable de provocar uno de los trastornos de sueño más comunes: el insomnio. Esto debido a que el aumento de luminosidad reprime la acumulación de la hormona melatonina, que es la encargada de sincronizar las funciones de nuestro reloj biológico y de distinguir entre el día y la noche.
La primavera, al tener días más largos, provoca que se revolucionen nuestras pautas de sueño, lo que provoca cansancio, falta de concentración, sensación de fatiga y debilidad. La subida de temperatura tan drástica provoca que nuestro cuerpo tenga que volver a adaptarse al calor. Algunos estudios muestran que nuestros cuerpos pueden tardar días, incluso semanas, en adaptarse a estos cambios de la madre naturaleza.
Sin embargo, no todo está perdido, reconocer los elementos que están afectando la calidad y la cantidad de tu sueño pueden contribuir a convertir esa somnolencia primaveral en la energía que buscas. Así que te compartimos 3 razones de todos esos bostezos y cómo lidiar con ello.
Horario de verano
Con el horario de verano experimentamos una desincronización con la hora del reloj y nuestro ritmo de sueño y vigilia, y regresar a ese equilibrio natural es diferente para cada persona. Así que si te quedas dormido a media tarde en tu escritorio, quizá sea porque estás tardando un poco más en adaptarte. La realidad es que nos gusta la rutina y a nuestro cuerpo también, por lo que estos cambios pueden ser perjudiciales. Para evitar que te afecten, te recomendamos acostarte y despertarte siempre a la misma hora.
Florecimiento de alergias
Las flores sin duda son hermosas, pero ¿te están causando resfriados? La primavera trae consigo una mayor presencia de polen y ácaros en el ambiente, lo que la convierte en una estación crítica para las alergias. Esto definitivamente puede ser la razón por la que no logras un descanso profundo y reparador.
Un estudio demostró que el 59% de las personas que sufren de alergias, también tienen problemas con la calidad del sueño, incluso si no tienes alergias, pero tu pareja sí, podría afectar: el 48 % de las personas dijo que los estornudos y demás síntomas de las alergias de su pareja, les perturban el sueño. No podemos evitar la presencia de polen, pero sí podemos elegir nuestra ropa de cama.
Lo ideal es que tanto nuestras sábanas sean hipoalergénicas. Te recomendamos nuestras sábanas 100% bambú, que poseen un bio-agente antibacteriano y antifúngico llamado kun, que ayuda a repeler los ácaros del polvo y las bacterias que causan alergias y malos olores, además su tejido transversal permite una mejor ventilación.
El sol y toda su luz
Los días son más largos, aunque no se siente así cuando tenemos que despertarnos temprano por la mañana, ¿cierto? La luz juega un papel muy importante que nos indica cuándo debemos estar despiertos, así que lo ideal es estar expuestos a suficiente luz durante el día, especialmente durante la mañana. Busca que tu lugar de trabajo esté ubicado cerca de una ventana con suficiente luz natural y considera tomar tu café de la mañana afuera, así ayudarás a tu cuerpo a saber que es momento de estar alerta y lleno de energía para realizar las actividades del día.