La meditación y el mindfulness son una excelente manera de calmar las pequeñas mentes ocupadas de nuestros hijos. Los especialistas aseguran que meditar justo antes de acostarse ayuda a que los niños entren en un sueño profundo, por lo que estarán descansados y listos para el próximo día lleno de diversión.
Para muchos de nosotros, la meditación y el mindfulness, que significa prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación, son prácticas que aprendimos en nuestra vida adulta y que quizá practicamos de manera regular, pero imagina que hubieras comenzado a experimentar sus beneficios a una edad mucho más temprana. Está comprobado que comenzar a practicar desde pequeños nos ayuda a afrontar la montaña rusa que es la pubertad, a estudiar de manera más eficiente para los exámenes, a comunicarnos de mejor manera y a enfocarnos en actividades específicas.
Sabemos que quizá de inicio, la idea de pedirle a tu hijo que se quede quieto por determinado tiempo, no es tarea fácil, pero enseñar a los niños los fundamentos de la meditación y el mindfulness, los ayudará a mejorar en varios aspectos de su vida. Con el enfoque correcto, como padre, puedes enseñar a tus hijos a meditar para ayudarlos a comprender cómo calmar sus mentes y acomodarse en sus cuerpos, permitiéndoles procesar mejor sus sentimientos, retener nueva información y mejorar el enfoque.
Enseñar mindfulness a nuestros hijos, puede ayudarlos a prepararse para tomar la vida con calma, sin importar lo que les depare el camino, ya que los motiva a permanecer en el momento presente, ser menos reactivos y no dejarse llevar por cada pensamiento y emoción. Pero, ¿dónde comenzar? Te compartimos 5 actividades para niños que los enseñarán a cuidar su mente y les enseñarán cómo cultivar la paz, la felicidad y tener un descanso pleno y placentero.
Respiración
Muéstrales los beneficios de centrarse en los sonidos de su propia respiración y el movimiento de sus vientres. Si tienes niños pequeños en casa, la recomendación es volver esto algo divertido, por ejemplo, diles que simulen que están oliendo algo delicioso, como su flor favorita o brownies de chocolate y al exhalar, pueden fingir que apagan velas. Y, si tu hijo es de los que no puede quedarse quieto por más de 5 minutos, no te preocupes, puedes comenzar con 10 respiraciones y, con el tiempo, aumentarlas hasta varios minutos.
Crea un ritual consciente para la hora de acostarse
Un ritual regular al final del día puede ayudar a tu hijo a calmar su cuerpo, reflexionar sobre su día y prepararlo para dormir mejor. Una forma de hacer esto es con un breve escaneo corporal. Pídele a tu hijo que cierre los ojos y se concentre en la cabeza, los brazos, el vientre, recorriendo todas las partes del cuerpo.
Den un paseo
Caminar no solo es una excelente manera para que los niños noten el momento presente, sino que también hacen ejercicio y respiran aire fresco. En la caminata, tómense unos minutos para estar completamente en silencio y presten atención a todos los sonidos que escuchen: autos que pasan, hojas secas, un perro ladrando, etc. Luego, hablen sobre lo que escucharon y cómo los hizo sentir.
Coman un snack
La alimentación consciente es una práctica que involucra los 5 sentidos, y es divertida y fácil de hacer. Antes de comer un refrigerio, pídele a los niños que piensen en su apariencia, forma, tamaño, color, olor y textura. Luego, cuando se lo lleve a la boca, piense en la sensación y el proceso de comerlo. Al aprender a reducir la velocidad y notar los alimentos, es más probable que los niños los saboreen, digieran mejor y disfruten más la comida.
Mediten juntos
Al introducir la meditación y el mindfulness a una edad temprana, no solo podemos aprovechar esto y ayudar a nutrir su desarrollo mental para mejorar su descanso y por lo tanto su salud, sino que también estamos haciendo que la meditación sea simple.
