¿Qué importancia tiene el lugar donde duermo?
Si el colchón, la temperatura, la base, la iluminación y la almohada no son adecuados para ti, tu cuerpo sufrirá tensión muscular durante el sueño. Esto agravará los problemas que traes de tu día a día, multiplicando el dolor y sintiéndote cansado.
Además puedes desarrollar enfermedades crónicas como:
- Malformaciones en la columna
- Desplazamientos de discos lumbares
- Ciática
- Artrosis lumbar
- Espondilolistesis
- Escoliosis
- Artritis
- Estenosis lumbar
- Hernias discales, entre otras.
¿Qué me recomiendan?
Nuestros expertos te aconsejan:
1.- Mejora tu postura al dormir
Dormir de manera incorrecta puede causar o agravar el dolor de cuello o espalda. También puede obstruir las vías respiratorias, lo que genera problemas como la apnea obstructiva del sueño. Y hasta puede hacer que las toxinas se filtren fuera de tu cerebro más lentamente.
2.- Cumple una rutina de sueño fija diariamente
Duerme y despierta siempre a la misma hora. El respeto a nuestro horario de dormir habitual durante toda la semana es muy importante para una buena higiene del sueño. No se debe abandonar siquiera en fines de semana o periodos vacacionales, ya que lo único que conseguirá será romper la rutina de sueño y provocar que, posteriormente, arrastremos todo el cansancio acumulado.
3.- Realiza algún ritual de sueño antes de dormir
Rituales o actividades que facilitan o inducen el sueño como el yoga, las técnicas de relajación y respiración, escuchar música suave antes de dormir, leer algo, entre otras, han probado ser muy útiles en la reducción del estrés y la ansiedad y por lo tanto hacen que quedarse dormido sea mucho más fácil.
4.- Cambia tu colchón por uno ortopédico
Estos ayudan a prevenir o corregir la posición de los huesos y las articulaciones del cuerpo mientras duermes; y funcionan gracias a que el mecanismo de puntos de presión acomoda la columna vertebral al momento de acostarte, previniendo su deformación.